lunes, 29 de octubre de 2012

Honestidad Emocional.

(...)

"Yo amo a aquel cuya alma es profunda incluso cuando se la hiere, y que puede perecer a causa de una pequeña vivencia: pasa así de buen grado por el puente" 


(...)

Así habló Zaratustra. Friedrich Nietzsche 1883.

jueves, 25 de octubre de 2012

La Mujer y el Poeta / 3

La Mujer, hastiada por todo el horror que siente una mujer intuitiva y libre, con los desazones de quien observa con ojos fervientes de dignidad. Camina sin orden establecido, como un átomo circula y abre nuevos horizontes ante el libre albedrío. 

El Poeta, aparece como por arte de magia, y rozando su mano dice:

- Mujer, hoy los tejados parecen más altos. El sol apenas ha salido a media asta y las gentes ignoran el poder que tienen sus palabras y sus actos. Pero tú que eres ave y brillas por ti misma. Ilumina el camino. Otros te seguirán cómo una canción sencilla, hermosa y agitada. 

miércoles, 24 de octubre de 2012

La Mujer y el Poeta / 2

En otra ocasión, iba el Poeta por la ribera contemplando el acompasado giro de las norias, removiendo notas inconclusas entre un pequeño bosque de tarays. Cuando, repentinamente, paró a observar como un pequeño patito se quedaba en la orilla mientras sus plumosos hermanos seguían a su madre entre las cañas. El patito, indeciso, observa cómo sus iguales marchan y son botados en la dulce y fría corriente. 

En esto, la Mujer se le acerca al oído y dice:

- Poeta, hay quienes persiguen su instinto y quienes lo cuestionan. El fin es el mismo, pues es ley de vida que simplemente se cumpla. 
El que lo persigue sin más, siente que hay una fuerza mayor que él que lo lleva a hacerlo. El que lo cuestiona, duda de esa fuerza y necesita convencerse de que tenga sentido. Hasta que finalmente, se da cuenta de que esa fuerza en realidad es él mismo. 

martes, 23 de octubre de 2012

Yo, el crítico extremo.

Existe en cada uno de nosotros una figura inquisitoria, un crítico extremo que nos impide ser quienes somos. Un dedo amenazador que nos señala y nos juzga, evitando e interrumpiendo en muchos momentos nuestra verdadera expresión, no permitiendo satisfacer nuestras necesidades y dificultando así nuestra relación con el otro.

Ese crítico, aun teniendo la voz y la forma de los otros, realmente no es más que nuestro miedo al rechazo proyectado sobre los que nos rodean. Como una sombra que cernimos sobre los demás, jugando a interpretar qué se espera de nosotros. Relegando así a un segundo plano la posibilidad de establecer nuevas formas de comunicación basadas en la creatividad y la autenticidad de nuestros actos. Ya que, ¿cómo puedo mostrar lo que soy si siento el peligro de ser malinterpretado o puedo provocar un enfado?. Por lo que finalmente nos aferramos y restringimos a aquello que hemos aprendido y qué fue validado en nuestro proceso de socialización.

Cuando uno se da cuenta de esta situación, se plantea: ¿cómo puedo dejar de ser esclavo de mi propia imagen y mi proyección sobre los demás?

Pues bien, existe un antídoto al alcance de todos. Se trata simplemente, que no quiere decir que sea fácil, de tomar consciencia y desarrollar nuestra metacognición. Ser capaz de escucharnos más allá de los simples automatismos y aportar luz a esa parte inconsciente de nosotros mismos que parece funcionar al margen.

Para eso debemos ser capaces de desarrollar nuestra concentración y permanecer en el momento presente. De esta manera y mediante la escucha activa, seremos conscientes de los mensajes coercitivos que nosotros mismos generamos. La meditación es un gran recurso para trabajar y desarrollar dicha capacidad.

El siguiente paso, sería plantearnos qué es lo que nosotros realmente queremos, más allá de las proyecciones, y ponerlo en juego dejando que sea el/ otro/s los que reciban nuestra demanda o acción. Dejando así a un lado nuestras interpretaciones y permitiendo que nuestra relación sea más autentica. Desarrollando así nuestro autoapoyo, descubriéndonos y aportándonos amor a nosotros mismos, a la vez que generaremos un mayor espacio de expresión para los demás al no sentirse juzgados por nosotros. 

domingo, 21 de octubre de 2012

La Mujer y el Poeta.

Una vez en el mercado, Mujer y Poeta, sutilmente cruzan sus miradas y conversan excitados:

- Y tú, Mujer, ¿amas al Poeta?

- No encontrando otra razón de ser; yo amo la lluvia, amo el ocaso. Amo las flores, la risa, el otoño, la hierba, el canto de las aves y el vuelo de los pájaros. Amo el deseo, y en el deseo me hallo. Amo con la intensidad de quien se siente perecer en la infinidad de cada instante, y en sus arrugas siente el devenir de la sabiduría y los años. Amo la sensibilidad y el convencimiento como elementos de obligado cumplimiento por quien encuentra sentido a la vida, y en ese camino perece más allá de lo que haya encontrado. 

- Entonces, Mujer, Poeta eres; y en el camino nos hallamos.

martes, 16 de octubre de 2012

Amantes.

Como un mordisco a la vida,
los amantes encuentran en el súbito deseo
el perfume del amor a quemarropa. 

lunes, 15 de octubre de 2012

Belleza

Quien atestigua su mirada bajo el filtro de la belleza establecida, del canon y la estética de una sonrisa nutrida por el deseo de encajar; y no de la espontaneidad de la emoción que la precede. Corre el riesgo de vivir en la ignorancia del que cree que leer una vida, es lo mismo que vivirla. 

Porque la autentica belleza reside en la espontaneidad y la creatividad de sus formas, y no en un amasijo de conceptos encriptados por la verdad de unos cuantos.

sábado, 13 de octubre de 2012

Estaciones.

Él la miraba con ojos de gatito destronado, soñaba con su esbelta sonrisa y la virtuosidad de sus manos; a la par que pensaba: ¿Será esta personita bajo la que se detendrá el amatorio deseo de libertad que resuena en mi despertar? ¿ Será el ser humano al que amar como la más valerosa de las azañas que un hombre en vida pueda temer y desear? 

Mientras, sus manos trataban de leer los labios y sus contornos, prestando especial atención al precipicio que resulta del extremo sur de su rostro y el ascenso del vigor de su cuello fibroso y equilibrado.

domingo, 7 de octubre de 2012

Gracias Francisquete.

Ciertas amigas nunca dejan de visitarte. A veces quedan en el olvido, parecen resguardarse entre los recuerdos pasando a un segundo plano que en realidad nunca les perteneció. Sus apariciones cobran tanta fuerza que nos sobrecojen y aferran a la vida con la certeza de que lo único que hay por llegar, es lo que está aquí y ahora. 

Hoy ha muerto alguien muy importante para la familia. Una de esas personas generosas que a veces aparecen en nuestras vidas para darnos lo poco o mucho que hayan podido tener, y aquién nunca encontraste forma de darle gracias infinitas por existir.

A él y a su familia directa quiero dirigir unas pocas palabras de cariño y esperanza, diciendo que no sé que hay después de la muerte. Pero un poco de lo que tenemos en vida si he tenido tiempo de conocer. Y es que todo en la vida es de ida y vuelta. Y que él ha vivido con tanto amor, tanta alegría y tanta satisfacción como entregó. Y aunque posiblemente ahora no nos alivie, ciertamente nos puede proporcionar algo de alegría.

Gracias Francisquete.

Autenticidad.

Que tú mente no enturbie lo que tu alma siente limpio.