lunes, 28 de febrero de 2011

... Labriego ...


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Sus manos, grandes y gruesas, son capaces de tapar el sol en una mañana soleada. Su piel, seca y agrietada, recuerda al trabajo implacable de largos jornales a solas, con el sudor corriendo como la  mar salada por su espalda.

Su mirada es firme y viva, no teme, actúa con la exactitud de sentirse capaz, de saberse diestro en una labor que ama como a su hermana. Ha nacido con ella y para ella. Se conocen tan bien como el calor del verano y las cigarras.

Todavía hoy permanece en su recuerdo el primer contacto con su amada tierra. Con brillante clarividencia evoca la luz de aquella mañana, el reflejo en la escarcha del sol, implacable y devastador en tiempos de sequía, humilde y benefactor en la tierra húmeda y bien trabajada. Sus manos, aun tiernas, sujetaban del astil un azadón de madera recia, desgastado por el uso y la fuerza que su padre imprimía a cada azada, capaz de romper en dos la roca más sólida y compacta. Sus piernas, enraizadas, mantenían su cuerpo erguido y firme contra la tierra. Y su mirada, su mirada orientada al frente, al horizonte infinito donde le aguarda la nada.

Entonces aquel todavía niño no conocía el tedioso castigo que suponía su inminente tarea. No conocía la intensidad del abrazo a su apero y lo que duele la sangre cuando revientan las llagas de amarla.

Aquel entonces todavía era ese niño solitario y distante, amigo de su estampa en la llanura infinita de los campos de labranza, arropado por animales domésticos y montones de vieja paja amarilleada.

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miércoles, 23 de febrero de 2011

Labriego.


Labriego.



El camino está todavía helado cuando sale de casa. El aire, frío y húmedo, entra en su pecho con respiración lenta y acompasada. En sus manos su herramienta, su amiga y compañera, la que le acompaña los días a sol y a sombra, de la que nunca se separa. Un azadón desgastado a base de golpes contra el conjuro de la tierra y sus entrañas. A veces centellea, arremete contra la piedra entre el terruño, la saca de su escondite, inerte y cobarde, escondida de la luz como un murciélago en una noche cerrada.

Pero otras se hunde en lo más profundo a la mala hierba, desafortunada y efímera, desterrada de su hogar que otras ocuparán para cumplir con lo que ella no puede por falta de casta.
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jueves, 17 de febrero de 2011

Espacios.

Despierto en la fugaz transitoriedad del espacio y el tiempo en que sobrevivo.

La amalgama de actividad que compulsivamente consumimos, copa el aire que respiramos y nos ahoga en una atmósfera que lejos de ser nuestra aliada, se convierte en enemigo cuestionable del último resquicio dónde ni pensar ni hacer, sino ser y sentir.

Recóndito escondite que reconcilia y pacta entre lo que se ve y lo que realmente soy,  para no dilatar la funesta línea que me empuja y me separa de mí, y me arrastra al tú y mi imagen en ti.

Anhelado espacio al que con el líbido del recién enamorado, me abrazo y amo en silencio, encadenado al aroma de la soledad buscada entre la muchedumbrosa gente y su murmullo ajetreado.

lunes, 14 de febrero de 2011

Un trocito.

Un trocito.


Gente caminando que se cruza.

Labios que articulan su verdad.

Oídos que perdieron su valía,
mientras las voces resguardadas del frío,
esperan un sol que desespera fuera.

Individuos unicelulares,
indivisibles,
imperceptibles,
inapacibles.

Asustados por un miedo
que les impide ofrecerse,
les impide darse.

Les impide dividirse y dar un poquito más,
un trocito de sí.

Ese poquito más que te hace sentir vivo.

Ese poquito de ti que no pierdes,
sino que ganas al multiplicarse en el otro.

Y, que al crecer,
se convierte en la risa,
en la música
y en la boca por besar.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Paseo.

Paseo.


A media luz la mirada,
el paso,
la sombra
y la roca tallada.

A media luz el recuerdo,
el viento,
las hojas
y el murmullo de las ramas.

Camino entre plazas y calles,
entre iglesias y arrabales.

Paso entre fuentes y farolas,
Entre parques arbolados
y bancos a solas.

Un beso entre el hombre y la noche,
entre el pecho y la nada.

Mi mano esperando tu abrazo
y una sonrisa que se escapa.

viernes, 4 de febrero de 2011

Vive de la Risa.

Vive de la Risa.


Abre bien la boca
enseña los dientes.

Rompe el silencio
no esperes porqué.

Sonríe a los demás
y ensancha el alma.

Vive de la risa.